El Colegio Oficial de Psicología de Castilla y León
considera que el miedo es una emoción tan necesaria como otras. Caracterizada por una
reacción fisiológica de defensa y adaptación que activa el estado de alarma ante potenciales
amenazas.
Sin embargo, actualmente, el miedo al contagio del
coronavirus SARS-coV-2 y a sus consecuencias se configura como una condición psicoemocional
muy nociva para el ser humano, al sustentarse en un componente de estrés y de
ansiedad que genera una sensación de vulnerabilidad de la salud en la persona.
Cuando el sentimiento de desconfianza y pánico es elevado, las personas pagamos un
alto precio en forma de sufrimiento emocional: ansiedad y miedo.
Tras la llegada a nuestro país del coronavirus SARS-coV-2,
el Colegio Oficial de Psicología de Castilla y León comparte una serie de PAUTAS O
RECOMENDACIONES para gestionar nuestras emociones ante la incertidumbre.
1. Observa y reconoce qué está sucediendo en tu interior:
presta atención a tu cuerpo y lo que él tiene que comunicarte, así como la
emoción que está manifestándose en ti.
2. Pon nombre a tus emociones: identifica qué emociones
están presentes en ti estos días: nerviosismo, tensión o agitación, temor, miedo,
pánico…; y en qué nivel o intensidad se manifiestan.
3. Indaga y descubre el significado de esa emoción: ¿Qué es
el miedo? El miedo es una emoción básica y primaria; una reacción saludable y
necesaria ante situaciones amenazadoras y desconocidas. Esta emoción nos
permite mantenernos alerta y realizar acciones para prevenir o minimizar los
riesgos de la amenaza o mediante conductas de evitación o desarrollando mecanismos
de control y afrontamiento. El miedo se convierte en un problema cuando
es disfuncional consiguiendo paralizarnos e impidiendo gestionar eficazmente
el peligro o amenaza. Si gestionamos de forma disfuncional nuestro miedo
nos frenará demasiado. Debemos aprender a lidiar con nuestros miedos o
nos convertiremos en víctimas de nuestros temores. Además, ¡el miedo se
contagia! El miedo se transmite con facilidad en la sociedad.
4. Pon freno al contagio del miedo: el miedo se contagia a
través de la comunicación y la información que recibimos. Combate la
alerta con el conocimiento. Para evitar este contagio:
- Usa fuentes de información oficiales y científicas:
Ministerio de Sanidad, Organismos Oficiales, Organización Mundial de la Salud,
Colegios Profesionales…
- Evita alimentarte de miedo estando permanentemente
conectado; este exceso de información aumentará tu sensación de malestar
emocional y descontrol.
- Contrasta la información que compartes: evita difundir
rumores o datos sin verificar.
- Informa a tu familia y seres cercanos aportando
información de fuentes oficiales y contrastada por expertos. Acompaña esta
información con calma y serenidad.
- No olvides informar a los/las niños/as: encuentra un
espacio en el que fluya la comunicación y les permita exponer sus dudas y formular
preguntas, utiliza un lenguaje adaptado a su edad y a sus conocimientos, facilita
su conocimiento de las pautas de prevención con juegos, dibujos y canciones
(para lavarse las manos, evitando el contacto de sus manos con sus ojos, nariz
y boca, estornudar cubriéndose con el codo…).
- El miedo puede provocar el rechazo o discriminación a
personas o
colectivos. Cuida esas conductas y lenguaje que promueven el
estigma social.
5. Busca y desarrolla tus recursos: el miedo se produce
cuando hay un desequilibrio entre la amenaza que enfrentamos y los
recursos con los que contamos. Potenciar y desarrollar tus recursos externos e
internos te hará minimizar tus miedos.
- Potencia tus recursos externos:
o Siguiendo las recomendaciones y medidas de prevención
establecidas por las autoridades sanitarias.
o Mantén, en la medida de lo posible, tus rutinas diarias.
En caso de aislamiento, genera rutinas en casa aprovechando a realizar
actividades que habitualmente no puedes hacer.
- Potencia tus recursos internos:
o Vence tus miedos con datos realistas y experiencias de
situaciones similares (enfermedades superadas a lo largo de la vida).
o Gestiona tus pensamientos obsesivos: lo primero que debes
hacer es intentar no retenerlos; está demostrado que cuando se
intenta no pensar en algo, se vuelve más intenso ya que el cerebro se centra
en recordar lo que no debe pensar. Mantén tu cuerpo y mente activa:
realiza una actividad que te apasione, haz ejercicio físico o aquieta tu
mente con técnicas de relajación y meditación.
o Proyecta metas u objetivos que alcanzar en caso de
aislamiento. Haz un listado de tareas a realizar en casa, con ello tendrás la
mente ocupada, y llevarás a cabo aquellas cosas pendientes.
o Utiliza tu sentido del humor para alejar el miedo.
Decálogo para gestionar el temor ante el coronavirus SARS-coV-2
1.- Buscar motivos para no estar hipervigilante ni
alarmarse:
- Utilizar fuentes de información fiables y validadas
- Conocer cómo están actuando las autoridades sanitarias
2.- Responsabilidad y compromiso:
- Poner en marcha las medidas de prevención del contagio
- Actuar de forma responsable en caso de sospecha de tener
la infección
3.- Fomentar la naturalidad en:
- Las rutinas y agendas cotidianas en la medida de lo
posible
- La vida social o familiar (presencial/ digital)
- Teletrabajo
- Eludir conversaciones alarmantes o desinformaciones
- Situar en un plano inferior al coronavirus cuando prioriza
las conversaciones, hay otros temas importantes de los que hablar.
- Evitar transmitir miedos individuales
4.- Valorar la propia situación real:
- Si no se ha estado expuesto al coronavirus, no hay que
preocuparse ni recrearse en el miedo.
- Ante la sospecha contactar con las autoridades sanitarias
y seguir sus instrucciones para recibir atención médica.
- Si se ha estado expuesto al coronavirus, respetar el
diagnostico y criterios clínicos de actuación
5.- Comportamientos saludables y de autocuidado:
- Evitar el sobreproteccionismo.
6.- Los menores y adultos mayores necesitan saber y
comprender qué está sucediendo:
- las explicaciones han de ser con arreglo a su vocabulario,
conocimientos y edad, ceñidas a los hechos y a lo que se sabe con certeza.
7.- Identificar y aceptar los sentimientos (impotencia,
tristeza, angustia, confusión, enfado, miedo, etc.) que pueda surgir ante la amenaza del
coronavirus, y si es preciso cuenta cómo te sientes a las personas de tu confianza. Si la
angustia persiste, consulta con el profesional de la Psicología.
8.- Evitar el consumo de tóxicos para lidiar con los
pensamientos catastrofistas, el malestar emocional, la situación en torno al coronavirus,
etc.
9.- Sentido común en las actuaciones, buen trato y evitar
estigmatizar.
10.- Propiciar la conexión entre el cerebro emocional con el
racional mediante medidas de afrontamiento:
- Atender a informaciones que generen emociones positivas:
bajo índice de mortalidad, se trabaja en la medida de lo posible para controlar su
propagación…
- Repasar qué habilidades sirvieron en el pasado para
superar otras situaciones adversas.
- Potenciar la tranquilidad con el fin de recuperar el
control ante la situación trastornada, y que no sean los instintos y la emoción del
miedo quien dirija el comportamiento de la persona.
- Aceptar y canalizar el miedo al contagio al utilizarlo
como instrumento para motivar rutinas de autocuidado razonables.
- Fomentar situaciones hilarantes y experiencias de humor.
Todas estas orientaciones pueden ayudarte a sobrellevar el CONSEJO PRINCIPAL... QUEDARSE EN CASA!!!
Todas estas orientaciones pueden ayudarte a sobrellevar el CONSEJO PRINCIPAL... QUEDARSE EN CASA!!!
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