Lo más frecuente es que sólo recibir la noticia de que uno debe aislarse afloren “sentimientos desagradables, que se agravarán si se une a esa situación la inestabilidad financiera que puede conllevar el estar encerrado. Las personas con inseguridad laboral y escasos ingresos tienen muchos números de sufrir mayores niveles de estrés desde el primer momento”, afirma Helena Herràez. Aunque esos sentimientos negativos podrían mitigarse en parte ahora que el Gobierno ha anunciado que la cuarentena será considerada como una baja laboral por enfermedad común.
Pánico colectivo
Nadie niega que esta alerta genera “reacciones y comportamientos que transmiten la sensación de pánico colectivo”, afirma Mónica Pereira Davila, psicóloga experta también en emergencias. Y por lo tanto es muy importante que las personas que tienen que aislarse asuman esa situación con responsabilidad social, por el bien de ellos y del resto de la sociedad, en especial de los colectivos más vulnerables.IncertidumbreLa incertidumbre ya está muy extendida con esta alerta sanitaria entre la mayor parte de la sociedad y, por lo tanto, es lógico que esta sensación aún se dispare más cuando hay que iniciar una cuarentena. Se experimentan “reacciones emocionales y conductuales inesperadas porque las personas quedan abocadas a una situación novedosa caracterizada por la incertidumbre”, afirma María Antonia Baño.
El consejo de los expertos es marcarse horarios y hacer ejercicio al menos una vez al día. (vgajic / Getty Images)
Este coronavirus obliga a adaptarse a situaciones que cambian en cuestión de minutos “y todo ello puede generar un aumento del estrés”. Todo esto dispara la irritabilidad, los nervios y el cansancio, incluso antes de ponerse en cuarentena.
Confusión
”El desconocimiento y la aparición de información contradictoria no ayuda en estos casos. Todo eso hace que aparezca la esperable confusión, lo que puede dificultar a esas personas obligadas a aislarse por el virus a diferenciar lo que es real de los rumores”, afirma Helena Herráez.
Indefensión
Es otra sensación extendida entre la ciudadanía que está sana, y por lo tanto con muchos números de dispararse entre aquellas personas que reciben la noticia de que han de ponerse en cuarentena. “Es como una falta total de control sobre lo que está ocurriendo. Son muchos los ciudadanos que piensan ‘haga lo que haga no puedo cambiar el resultado de los que está sucediendo’. Y entonces, indica Mónica Pereira, aumenta el miedo. “Cuanto mayor desconocimiento y sensación de descontrol, más temo lo que puede llegar a suceder”. Todo esto aumenta muchos grados si toca cuarentena.Ya estamos aislados¿Cómo lidio con las emociones?Entender lo que pasaCuando se entra en una cuarentena o se inicia un aislamiento preventivo “es importante entender lo que nos está pasando y normalizar tanto las emociones propias como las de las personas que nos rodean”, considera Herràez. El cambio repentino de la rutina y la necesidad de programar cómo hay organizarse en ese nuevo escenario o cómo hay que gestionar el tiempo “puede generar discusiones familiares sobre esos detalles, y eso es normal porque la persona afectada tendrá una tendencia mayor a mostrar su enfado”, añade esta psicóloga.
Centrarse en el momento presente
Empieza la cuarentena y la incertidumbre se dispara. Prohibidas “las anticipaciones negativas”, aconseja Maria Antonia Baño. “En este tipo de circunstancias la personas solemos ponernos en lo peor innecesariamente, porque así pensamos que podremos prever lo que va a suceder”, añade la misma psicóloga.
Es normal que se quiera buscar más información sobre el virus, pero esa estrategia no es buena. “Hay que centrarse en el momento presente, en lo que conocemos hasta ese momento e intentar adaptarnos a ello”, indica Baño. Asumir que hay muchas cosas que no dependen de nosotros e intentar ser optimistas. Si algo tiene más posibilidades de que salga bien, ¿por qué va a salir mal?.
En los próximos días van a aumentar los casos de aislamientos en casa, como ha ocurrido en Italia, donde las calles –como esta de Génova) están vacías (LUCA ZENNARO / EFE)
Superar la soledad
La soledad es un sentimiento que se dispara, especialmente entre aquellas personas que permanecen aisladas sin contactos físicos con nadie mientras dura la cuarentena. La clave, apunta Mónica Pereira, es “aceptar esa soledad y saberla ocupar”. Es importante –añade– organizarse “teniendo en cuenta nuestro estado actual, pensando quees un tiempo transitorio en el que tenemos que programar todos los días. Intentar ser nosotros quienes marquemos el ritmo, y no nuestro estado de ánimo, teniendo en cuenta que los síntomas de la enfermedad nos condicionarán. Es bueno no exigirnos más de lo necesario, y no decepcionarnos si no conseguimos hacer todo lo que nos gustaría”.
Cuarentena en familia
¿Cómo nos organizamos?Seguir una rutinaLas tres psicólogas de emergencias consultadas por La Vanguardia aconsejan que en estos largos encierros, y más si hay familiares en la casa, es importante “prefijar cada día nuestras tareas para saber, cuando nos levantemos, a qué vamos a dedicar el tiempo”. También lo es mantener todas las rutinas y hábitos que sean posibles: mantener horarios de comidas y sueño, llevar una alimentación equilibrada, moverse...
Respetar los espacios comunes
Cuando se va a pasar tanto tiempo encerrado y en familia lo aconsejable “es fijar acuerdos sobre el uso de los espacios comunes y respetar los horarios y costumbres de las personas con las que convives y con las que ahora se va a pasar mucho más tiempo de lo que es habitual”, coinciden estas psicólogas
Establecer horarios
Se hace imprescindible planificar el tiempo: establecer un horario para hacer las actividades escolares los niños (si están en la casa) y laborales los adultos si es que estos pueden mantener su actividad laboral con el teletrabajo.
“Es importante también planificar momentos de ocio y actividades lúdicas conjuntas (como juegos de mesa o ver películas en familia), sin olvidarnos de aquellas actividades que cada uno quiere hacer por separado”, recomiendan las psicólogas consultadas.
Espacios privados
Otro consejo es asumir la importancia, cuando hay que convivir tantas horas juntos, de que cada miembro de ese núcleo tenga un espacio para desconectar. “Se trata de acordar un espacio para refugiarse cuando nos sintamos nerviosos o irritados; un lugar en el que los demás miembros del grupo familiar nos van a dejar tomarnos nuestro tiempo hasta que baje el malestar”.
Aprovechar el tiempo
Otra recomendación de estas expertas es “no abusar de tareas poco enriquecedoras que nos hagan tener la sensación de pérdida de tiempo, como estar ‘enganchados’ a aparatos electrónicos consultando constantemente las redes sociales, viendo series, jugando a videojuegos...Y no olvidar ningún día realizar algún tipo de ejercicio físico”. Consejo que, de momento, parece que no acaba de cumplirse pues las descargas de aplicaciones para ordenadores y teléfonos (principalmente juegos) se han multiplicado en el último mes de forma espectacular en todo el mundo.
Tareas pendientes
Es positivo pensar que este período de aislamiento puede servir “para acometer tareas pendientes que por falta de tiempo nunca se hicieron: lecturas, visionado de alguna serie, actividades musicales... Y si la salud lo permite, una forma de ocupar el tiempo es dedicarlo a una limpieza general de la casa o para arreglar algo que esté roto.
Nuevas tecnologías
Las nuevas tecnologías puede resultar muy útiles en estas cuarentena “para mantenernos conectados con nuestros seres queridos, lo que nos ayudará a su vez a manejar los sentimientos de soledad, sobre todo en el caso de personas que viven solas o están alejadas de su red social”, coinciden las mismas psicólogas.
Mimo con los mayores
Si las personas obligadas al aislamiento son mayores, “la ayuda de los seres queridos es fundamental. Hay que asegurarse de que están cuidando la alimentación, de que se toman los medicamentos tal y como su médico les indica, que la información que les llega del avance de la enfermedad y las medidas a adoptar sea veraz…”, enfatizan las psicólogas.
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